28 Dic Atrayendo a la generación Z: Más allá de la jornada laboral tradicional
La entrada de la Generación Z al mercado laboral ha marcado un cambio significativo en la manera en que las compañías deben abordar la contratación y retención de talento. Una de las características más notables de esta generación es la priorización de su bienestar y, por tanto, su desinterés en los puestos que requieren jornadas laborales extenuantes o trabajo frecuente los fines de semana. En este sentido, la Experiencia de Empleado vuelve a coger un protagonismo significativo.
Atrás quedaron los días en que los jóvenes veían estas oportunidades como un escalón inicial hacia el éxito profesional. La Generación Z busca algo más: una armonía entre su vida laboral y personal. En este artículo, desarrollaremos las razones detrás de esta preferencia y proporcionaremos estrategias para que las empresas atraigan y retengan a este valioso grupo de profesionales.
¿Qué es la generación Z?
Pero, antes que nada, ¿Qué es la generación Z?; es el nombre que recibe el grupo de personas nacidas entre 1997 y 2012. Las personas que conforman esta generación son nativas digitales; esto es, están más relacionadas con el uso de la tecnología, las redes sociales e internet desde temprana edad, por lo que indudablemente tienen particularidades en su personalidad con las que el resto de generaciones no cuentan.
La Generación Z ya representa el 32% de la fuerza laboral actual, y va en crecimiento, por lo que las organizaciones tienen que tomar medidas y comenzar a analizar sus intereses y exigencias a la hora de elegir un empleo. La generación Z es más propensa a cambiar de trabajo que las generaciones anteriores, y si quieren retener a los mejores talentos de esta generación, deben ofrecerles un entorno de trabajo que les satisfaga.
Claves para entender a la generación Z y brindarles una buena Experiencia de Empleado.
- Cambio de prioridades.
A diferencia de generaciones anteriores, esta generación prioriza el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. La percepción del trabajo como una parte central de la vida ha evolucionado hacia la idea de que el empleo no debe eclipsar otras pasiones y prioridades. Por lo tanto, las empresas deben comprender esta mentalidad y adaptarse a ella.
- Flexibilidad en la jornada laboral.
Las organizaciones deben reconsiderar la estructura tradicional de la jornada laboral: ofrecer horarios flexibles y opciones de trabajo remoto puede ser clave para atraer al nuevo talento, brindándoles la autonomía para gestionar su tiempo de manera eficiente.
- Enfoque en resultados, no en horas trabajadas
Cambiar el enfoque de la cantidad de horas trabajadas a la calidad y eficacia del trabajo puede ser un factor diferenciador. Actualmente buscan que se valore la productividad y el impacto más que la presencia física en la oficina durante largas horas (alejándonos de la expresión comúnmente conocida como ‘calentar la silla’).
- Cultura organizacional inclusiva.
Las empresas deben crear una cultura que celebre la diversidad y la inclusión. Esto no solo se refiere a la diversidad étnica o de género, sino también a la diversidad de estilos de vida y preferencias de trabajo. Una cultura organizacional que respeta las diferencias individuales será más atractiva para la Generación Z.
- Desarrollo profesional personalizado.
Ofrecer programas de desarrollo profesional que se ajusten a las metas y aspiraciones individuales de los colaboradores puede ser un fuerte motivador. La personalización en la formación y el crecimiento profesional demuestra un compromiso genuino con el éxito individual de cada persona.
Adaptarse a las expectativas de la Generación Z a través de una Experiencia de Empleado saludable no es solo una tendencia, sino una necesidad imperante en el mundo empresarial actual. Las empresas que reconocen y responden a estas expectativas no solo atraen a talentos prometedores, sino que también crean entornos laborales innovadores y sostenibles.