El retorno a la oficina (RTO): ¿Es compatible con las expectativas actuales?

En los últimos años, la forma en la que trabajamos ha evolucionado rápidamente, y con ello, también lo han hecho las expectativas de los colaboradores y las necesidades en experiencia de empleado. El retorno a la oficina, conocido como RTO (Return to Office), ha sido uno de los temas más debatidos en las organizaciones. Con la llegada de la pandemia, el teletrabajo llegó de forma inesperada e improvisada para la mayor parte de las organizaciones de España pero, tras meses de adaptación, se convirtió en una realidad que facilitaba la flexibilidad y demostraba que desde casa también se puede ser productivo, y, en algunos casos, incluso más que en las oficinas.

Cuando a partir de mediados de 2021 la normalidad volvió y dejamos atrás las mascarillas, muchas empresas decidieron dejar atrás también el teletrabajo. Sin embargo, otras muchas lo mantuvieron, si no total, en un modelo híbrido. Con el paso de los años, esta medida todavía sigue siendo un debate vigente, puesto que existe un alto número de organizaciones que están decidiendo volver a la presencialidad total.

Mientras algunas empresas han decidido apostar por el trabajo 100% presencial, otras buscan encontrar un equilibrio en modelos híbridos. Pero, ¿Qué opinan realmente los colaboradores sobre esta transición?

Según un estudio reciente, el 40% de los colaboradores que trabajan desde oficinas considera que el tiempo presencial no es eficiente. Este dato pone de manifiesto la necesidad de replantearse el propósito de la oficina en el contexto actual. ¿Es simplemente un espacio para trabajar o puede ser un lugar para fomentar colaboración, innovación y conexión humana?

Hay muchos factores que influyen a la vuelta a la oficina y el teletrabajo, como la productividad.

Hay muchos factores que influyen a la vuelta a la oficina y el teletrabajo, como las necesidades en experiencia de empleado y la productividad.

Un ejemplo claro de las tensiones que genera el RTO es el caso de varias empresas que, al forzar un retorno completo, se enfrentaron a la pérdida de talento clave. De hecho, estudios revelan que muchos colaboradores optan por buscar otras oportunidades laborales si no sienten que sus necesidades de flexibilidad son escuchadas, lo que trae consigo un desequilibrio en los equipos. Este fenómeno, conocido como la «gran reconfiguración», destaca cómo las expectativas de los colaboradores han cambiado drásticamente en los últimos años.

Las necesidades en Experiencia de Empleado, antes y después del Covid-19

Si bien las prioridades de los colaboradores antes del Covid-19 eran las siguientes:

  • Estabilidad laboral: Los empleados valoraban la seguridad en el empleo y la posibilidad de desarrollar una carrera a largo plazo dentro de una misma organización.
  • Horario fijo y presencialidad: La mayoría de los trabajos requerían presencia física en la oficina con horarios establecidos, y el teletrabajo era una excepción más que la norma.
  • Beneficios tradicionales: Se apreciaban incentivos como seguros médicos, planes de pensiones y días de vacaciones, considerados estándares en muchos sectores.

2020 trajo consigo un cambio de mentalidad y de paradigma, cambiando las preferencias:

  • Flexibilidad laboral: La posibilidad de trabajar de forma remota o en modelos híbridos se ha convertido en una prioridad. Un estudio indica que el 66% de los empleados espera poder trabajar desde diferentes lugares después de la crisis.
  • Conciliación de la vida laboral y personal: La pandemia llevó a los empleados a replantearse sus prioridades, dando mayor importancia al equilibrio entre el trabajo y la vida personal. La conciliación ha superado a la obtención de un salario elevado en las preferencias de muchos trabajadores.
  • Bienestar integral: Existe una creciente demanda de apoyo al bienestar mental, físico y social, reflejando una mayor conciencia sobre la salud integral.
  • Propósito y valores: Los colaboradores buscan alinearse con empresas que compartan sus valores y que tengan un propósito claro, más allá de la rentabilidad económica.

Las compañías que han logrado redefinir el propósito de sus espacios de trabajo han encontrado beneficios significativos. Transformar la oficina en un lugar de encuentro y colaboración, en lugar de un simple espacio operativo, ha demostrado mejorar la conexión entre equipos, fomentar la creatividad y, en última instancia, impulsar el compromiso de los colaboradores.

También se da el caso de empresas que han decidido dar la opción de la vuelta voluntaria, esto es, que solo realicen el trabajo presencial aquellas personas que quieran hacerlo. En este sentido, muchas se han encontrado con espacios prácticamente vacíos, puesto que no se les está dando incentivos a los colaboradores por el hecho de ir a trabajar a sus oficinas. Con todos los datos encima de la mesa, ¿Cuál es la mejor opción? Desde Zinkgular creemos que la flexibilidad y la no obligación -siempre que no sea necesaria- es la mejor manera de fidelizar el talento.

Aquí te dejamos algunas recomendaciones para reducir la brecha de presencial – teletrabajo y tomar las decisiones adecuadas:

  1. Escuchar a los colaboradores: Realizar encuestas y sesiones de retroalimentación para entender qué necesitan y esperan de sus espacios de trabajo.
  2. Invertir en tecnología: Facilitar herramientas que permitan la colaboración fluida entre equipos presenciales y remotos.
  3. Reimaginar los espacios: Diseñar oficinas más adaptadas a la colaboración, la creatividad y el bienestar.
  4. Comunicar con claridad: Explicar las razones detrás de cualquier cambio y cómo benefician tanto a los colaboradores como a la organización.

En última instancia, cada organización debe encontrar su propia respuesta al debate sobre el RTO. Lo importante es recordar que los colaboradores no solo buscan un lugar donde trabajar, sino un entorno donde se cuide la experiencia de empleado; entre lo que se encuentra que se valoren sus necesidades, se fomente su creatividad y se les permita alcanzar un equilibrio que los haga sentir plenos. Diseñar ese camino no solo garantizará equipos más comprometidos, sino también una ventaja competitiva en el desafiante mercado laboral actual.