12 Feb Reducción de jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas: las claves

Posted at 10:12h
Reducción de la jornada laboral: los contras
- Costes laborales más altos: Para muchas empresas, especialmente PYMEs, pagar lo mismo por menos horas de trabajo puede suponer un reto financiero. Si bien hemos mencionado que en muchas ocasiones la productividad puede aumentar por parte de muchos colaboradores para lograr sus objetivos en un menor de tiempo, también existen casos de compañías que podrán ver mermados sus resultados por la falta de horas de trabajo.
- Reorganización de equipos y horarios: Es fundamental que los departamentos de RRHH revisen la planificación anual para garantizar que se cumplan los objetivos sin que la reducción de jornada afecte la operativa, o bien se adapten teniendo este hecho en cuenta, ya que el no cumplimiento de los objetivos puede conllevar una bajada de motivación y ánimos en el equipo.
- Riesgo de menor productividad en algunos sectores: No todas las industrias pueden reducir la jornada sin ajustar su producción o servicio. Sectores como la hostelería o la sanidad pueden enfrentar más complicaciones que aquellos trabajos que cuenten con un horario de oficina habitual.
- Mayor necesidad de digitalización y automatización: Para compensar las horas de trabajo perdidas, muchas empresas necesitarán implementar herramientas tecnológicas que agilicen procesos, lo que conllevará una inversión extra.
¿Cómo pueden prepararse los departamentos de RRHH?
- Planificación estratégica inmediata. Esperar a que la ley de reducción de jornada laboral se apruebe definitivamente no es una opción: los departamentos de RRHH deben comenzar a planificar inmediatamente los nuevos procesos para estar a la altura en el momento de la implantación.
- Escuchar a los equipos. Cada departamento tendrá necesidades diferentes. Hablar con managers y colaboradores ayudará a encontrar soluciones que funcionen para todos, a través de reuniones periódicas y encuestas de clima.
- Optimización del trabajo. Adelantarse a las necesidades de digitalización que puedan surgir ayudará a encontrar la herramienta que mejor se adapte a las necesidades de cada compañía, contando con margen de búsqueda de proveedores, tests e implantación.
- Seguimiento y ajustes. Una vez implementada la reducción de la jornada laboral de 40 horas a 37,5, es clave medir su impacto y hacer ajustes en caso de que haya dificultades operativas.
En definitiva, la reducción de la jornada laboral puede ser una gran oportunidad para mejorar la calidad de vida de los colaboradores y potenciar la productividad; así como la experiencia de empleado, pero también presenta desafíos logísticos y económicos. El papel de RRHH será clave para asegurar que la transición sea efectiva y beneficiosa tanto para la empresa como para los trabajadores.