25 Abr Optimizando la Experiencia de Empleado desde el primer día: La importancia del onboarding

La incorporación de nuevas personas al equipo (onboarding) representa el primer punto clave en la experiencia de empleado de la organización: consiste en la primera impresión que se va a llevar de cómo funciona la compañía internamente y, por tanto, un punto fundamental en el resto de su recorrido en el puesto de trabajo que acaba de comenzar. A pesar de su importancia, las estadísticas revelan que muchas empresas aún tienen un considerable margen de mejora en este aspecto crucial de la experiencia del empleado.

Según el último informe de Gallup, apenas el 12% de los empleados considera que su organización realiza un excelente trabajo en el proceso de incorporación. Esta cifra resulta alarmante, especialmente al considerar que el 22% de la rotación de personal ocurre en los primeros 45 días de trabajo. Esto no solo impacta la productividad y la moral del equipo, sino que también conlleva un coste significativo para las compañías, incurriendo en una inversión aproximada de, al menos, el doble del salario del empleado que sustituye.

Además, solo el 29% de los nuevos contratados, tras experimentar el onboarding en su organización, se siente preparado y respaldado para destacarse en su nuevo rol.

Con estos datos en la mano, los beneficios de invertir en un onboarding sólido son claros y medibles. Se ha demostrado que un programa efectivo puede aumentar la fidelización de colaboradores hasta en un 82%, aumentando su nivel de compromiso y, con ello, la disposición de quedarse durante más tiempo en la compañía.

Elaborando un Plan de Onboarding desde cero: Las claves

¿Cómo se desarrolla un plan de onboarding desde cero para solventar todas las deficiencias expuestas? Hemos preparado un check list de preguntas que tienes que hacerte para empezar a diseñar un onboarding perfecto:

• ¿Cuáles son los objetivos específicos del onboarding? Identificar los resultados esperados, como la integración exitosa del nuevo colaborador en el equipo y la preparación para el desempeño efectivo del rol asignado.
• ¿Qué recursos y materiales se necesitan para el proceso de incorporación? Determinar qué documentos, formularios, herramientas tecnológicas y otros recursos serán necesarios para proporcionar una experiencia completa y efectiva.
• ¿Cuál será la duración y estructura del programa? Definir la duración total del programa y la distribución de actividades, incluyendo sesiones de orientación y reuniones con diferentes departamentos.
• ¿Qué información y entrenamiento son esenciales para cada puesto? Identificar las habilidades y conocimientos específicos requeridos para cada puesto y diseñar actividades de entrenamiento y desarrollo correspondientes.
• ¿Cómo se comunicarán las expectativas y valores de la compañía durante el onboarding? Establecer métodos efectivos para comunicar la misión, visión, valores y propósito de la organización, asegurando la alineación con la cultura.
• ¿Cómo se proporcionará retroalimentación y seguimiento a los nuevos miembros? Establecer sistemas para proporcionar retroalimentación continua y apoyo individualizado durante el proceso de onboarding.
• ¿Qué herramientas y tecnologías se utilizarán para facilitar el proceso? Identificar las herramientas digitales y plataformas de aprendizaje que mejorarán la eficiencia y efectividad del proceso.
• ¿Cómo se evaluará la efectividad del programa y se realizarán ajustes según sea necesario? Establecer métricas de evaluación y métodos de seguimiento para medir el éxito del programa y realizar ajustes continuos según los resultados obtenidos.

Por si fuera poco, también sabemos que es 2,2 veces más probable que las empresas que tienen un sólido programa de onboarding superen los resultados financieros previstos, y 2,4 veces más probable que satisfagan a los clientes. Estos datos resaltan aún más la importancia estratégica de invertir en un onboarding efectivo.

Pero los beneficios no se limitan a la fidelización del talento: Un programa de onboarding bien diseñado también puede tener impactos positivos en el bienestar de los colaboradores y en el negocio en general, entre los que se encuentran:

1. Mayor productividad: Cuando las personas se sienten preparadas y apoyadas desde el principio, son más propensas a ser productivas rápidamente, lo que contribuye al éxito general del negocio.
2. Mejora en la moral y satisfacción general: Sentirse bienvenido y parte de un equipo desde el primer día puede aumentar la moral y la satisfacción de los colaboradores, lo que se traduce en un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo.
3. Reducción del estrés y la ansiedad: Un programa de onboarding estructurado puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad asociados con el inicio de un nuevo trabajo, lo que promueve un mejor bienestar emocional entre los empleados.
4. Desarrollo profesional: Proporcionar orientación y recursos durante el proceso de incorporación puede ayudar a desarrollar habilidades y competencias necesarias para sobresalir en sus roles, lo que contribuye a su desarrollo profesional a largo plazo.
5. Fortalecimiento de la cultura organizacional: El onboarding no solo se trata de enseñar habilidades técnicas, sino también de introducir a los nuevos miembros en la cultura y los valores de la empresa, lo que fomenta un sentido de pertenencia y compromiso.

En definitiva, proporcionar una experiencia de onboarding positiva no solo beneficia a la empresa, sino que también contribuye al bienestar y desarrollo profesional de los colaboradores, fortaleciendo así la cultura organizacional y sentando las bases para una relación duradera y fructífera entre la empresa y su personal.